La pitahaya
Sorprende a tus invitados con un cactus de postre.
La pitahaya o pitaya es una fruta tan sana como vistosa que no dejará a ningún
comensal indiferente
Autor: Por LAURA CAORSI
Cuesta decidir qué resulta más llamativo de esta fruta: si su piel fucsia con
escamas de dragón o su blanquísimo interior sembrado de diminutas semillas
negras. La pitahaya roja es una fruta de contrastes. Tiene sabor dulce,
muchísima agua y aspecto de fuego. Conozca más datos sobre este curioso alimento
y cómo degustarlo.
Baja en calorías y rica en vitaminas y en fibra, la pitahaya o "fruta del
dragón" es el fruto de un cactus y, además de vistosa, resulta muy fresca y
saludable. ¿Por qué no servirla en el postre? En el sudeste asiático, donde es
muy apreciada, forma parte de la dieta habitual y se sirve de muchas maneras: al
natural, en refrescos o como guarnición de platos salados. En Nicaragua, el
mayor productor mundial de pitahaya, se puede encontrar como refresco, mezclada
con azúcar y zumo de limón (un potente cóctel de vitamina C, por cierto). Y en
México, su país de origen, la variedad de presentaciones parece no acabarse: se
sirve en forma de gelatina y mermelada, pero también como ingrediente de
tamales, salsas, licores y sopas.
En Europa va ganando presencia en los mercados y en los campos. En España, en
Málaga, se está empezando a cultivar. Con todo, la producción local es aún
incipiente, de modo que para acceder a esta fruta dependemos más de las
importaciones que de las cosechas. Lo que sí podemos hacer es experimentar en la
cocina e imitar las preparaciones de otras tierras. O ir a lo sencillo: la
manera más fácil y sana de comer esta fruta es a cucharadas, como el kiwi cuando
está en su punto. Para elegir la mejor pitahaya, hay que buscar las que tengan
la piel de color fucsia más brillante y encendido.
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